Ayer te vi llorar
Ayer te vi llorar, estabas así con una lágrima
atrapada en tus ojos ríos de sal, no era un llanto amargo ni de pena.
Ayer te vi llorar, estabas así sin cielo, en una banca
sentada en tus piernas, ovillo de carne tan dulce.
Ayer te vi llorar, velabas tu propio sueño molida en un
charco seco, terco a desaparecer por la mañana.
Ayer te vi llorar, con las piedras de testigo, eran frías y
tiradas bajo tus pies gotas saladas que sabían a miel.
Ayer te vi llorar y no estaba mi cuerpo junto al tuyo, tuyo
tan mió, hoy tan dormido.
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