La historia del hombre de los ojos grandes y el de la boca grande

- Ya sé, hagamos un trato -dijo el Diablo.
- No, no y no, no quiero -dijo el hombre de los ojos grandes.
- Vale, hagamos un trato -dijo el hombre de la boca grande.

Y en un santiamén, en el jardín del hombre de la boca grande florecieron mil flores distintas.
El hombre de los ojos grandes era tan pobre que se moría de hambre y ya no sabía qué hacer. En cambio, el hombre de la boca grande se pasaba los días riendo, féliz y contento y saciaba su apetito con las deliciosas frutas de su jardín.

Por eso, no sé percató de que el jardín empezaba a morirse. Cuando quiso darse cuenta, ya era tarde y el hombre de la boca grande no pudo hacer más que sollozar en un jardín cuyos árboles y flores estaban marchitos. Deseó no haber pactado jamás con el Diablo. El hombre de los ojos grandes, por su parte, se moría de hambre. Sus enormes ojos vertían lágrimones sin descanso. Ojalá hubiese aceptado aquel trato -pensaba.

Ya sé, hagamos un trato -dijo el Diablillo.

Fuente: Naoki Urasawa, manga "MONSTER"

Comentarios

Entradas populares