En utero


Heme aquí otra vez con mi mano izquierda sosteniendo mi corazón agotado, pobre pequeño gigante anestesiado, solo y ante una noche húmeda como las lágrimas de mi vida, corre pequeña, corre gota de agua y besa la tierra con tu dulzura, deja que tu vientre nutra el alma con espasmos de amor, que el placer del dolor nunca alcance tu ajetreado paso, como a mi me ha derrumbado, empero me sacudo el polvo y me lavo el lodo, limpio mi rastro en el camino de la vida y ya no me encontraras nunca en la tierra que sonreía.

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